En los días que corren, todo es muy inseguro y volátil. La era de los trabajos de por vida ha terminado, ahora nada es para siempre y la vida te obliga a enfrentarte continuamente a cambios muy intensos, algunos a mejor y otros a peor.
Hay gente que ve estos cambios como una oportunidad y se sienten cómodos en este incierto devenir. Pero la mayoría no lo ve como una oportunidad, sino como un problema. Esto es normal, hay gente de todo tipo y, al igual que las hay que les gusta este cambio continuo, hay otras que no, que lo que les gusta es la tranquilidad y seguridad de quedarse como está.
Lo que está claro, es que la mayoría de estos cambios no los elegimos, sino que se nos imponen. A veces toca cambiar de trabajo, lo quieras o no, y esto te obliga a cambiar de casa, de ciudad… Enfrentarnos a cambios que no hemos elegido nos incomoda mucho y nos da miedo porque nos demuestra que no tenemos el control sobre nuestras vidas, que somos vulnerables. Cuando esto ocurre nos invade una sensación de incertidumbre e inseguridad muy grande.
Esta sensación de incertidumbre nos paraliza y llena nuestra mente de miedos y de pensamientos limitantes.
A continuación te damos algunos consejos para que aprendas a sobreponerte a la sensación de incertidumbre y logres ver los cambios de tu vida desde una perspectiva positiva.
Recupera la motivación
La motivación es la gasolina que nos recarga y nos pone en marcha. Sin motivación lo único que hacemos es dar vueltas sobre nosotros mismos, sin rumbo y sin esperanza de llegar a ningún sitio.
Cuando nos vemos forzados a cambios que nos provocan incertidumbre y miedo, es muy probable que nos sintamos, además, desmotivados. Podemos sentir que, ¿para qué te vas a involucrar con nada, si todo es tan inseguro y volátil? Pero pensar así es un gran error.
Para liberarte de la sensación de incertidumbre, debes recuperar la motivación. Trata de cambiar de actitud en tu trabajo, en tus relaciones, en tus proyectos, o en lo que sea que ya no te motive, o cámbialo. Pero debes asegurarte de que aquello a lo que le dedicas esfuerzo y tiempo te gusta y te motiva.
Busca el interés en todo lo que hagas, céntrate en las cosas buenas que te aportan, y piensa en las malas que provocaría no hacerlas.
Controla tus emociones
En este contexto de incertidumbre, es imprescindible que aprendamos a controlar nuestras emociones. Si nos adentramos en una espiral de emociones y sentimientos negativos, jamás conseguiremos librarnos de la incertidumbre y la desmotivación.
Las emociones son la forma que tenemos de reaccionar ante cualquier estímulo externo. Dependiendo de la naturaleza de lo que nos ocurre, estas emociones pueden ser positivas o negativas.
Si nos encontramos en una etapa de incertidumbre, estas emociones serán, generalmente, el miedo, la ansiedad, la desmotivación, la sensación de peligro, tristeza… Si se llega a este punto, se debe solicitar la ayuda psicológica o psiquiátrica de un profesional. Si no has llegado a este punto, pero temes poder llegar a él, es importante que empieces a entrenar tu inteligencia emocional y a formarte en este sentido. Así cuando debas enfrentarte a cambios repentinos e inesperados en tu vida, podrás responder más serenamente a ellos, sin dejarte arrastrar por una vorágine de emociones negativas que te lleven a la sensación continua de incertidumbre.
Sé optimista
Muy conectada a mantener la motivación alta y a controlar las emociones, está la importancia de ser optimista.
Como hemos dicho en el punto anterior, debes aprender a controlar tus emociones, y en esto es imprescindible que te centres en ser optimista.
El poder de la mente es extraordinario, por lo que si la acostumbras a verlo todo con negatividad, acabarás viviendo con el ánimo por los suelos, y cada vez te será más difícil deshacerte de esa negatividad.
Es obvio que, mientras no abandones la negatividad y empieces a vivir con optimismo y positividad, jamás serás dueño de tus emociones. Además, el pesimismo nos hunde aún más en los miedos y la sensación de incertidumbre, ya que, al fin y al cabo, la incertidumbre se alimenta del miedo y éste del pesimismo.
Relájate, no te centres en tus preocupaciones
Un requisito imprescindible para liberarte del pesimismo, de las emociones negativas y recuperar la motivación, es el no centrar todos tus pensamientos en tus problemas y preocupaciones.
Está claro que hemos de pensar y reflexionar sobre aquello que nos preocupa, porque de otra forma no vamos a poder hallarles una solución. Pero una cosa es tenerlos en cuenta y pensar en ellos, y otra muy distinta es recrearse en ellos.
Debes aprender a relajarte y tomar perspectiva de las cosas. Relativiza tus problemas y preocupaciones y trata de no dedicarles todos tus pensamientos. Ocupa tu mente con hobbies, deporte, o con cualquier cosa que te guste y que te entretenga de los malos pensamientos.
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